Una obra maestra para Bess
El día de las pinturas se acercaba pero todas sabían que la ganadora sería Rosetta (todos los años ganaba).
Bess nunca participaba porque nunca ganaba pero este año concursaría, asique comenzó a juntar frascos hechos de pétalos de flores daisy rosas y comenzó la búsqueda de colores.
Comenzó por los anaranjados que los sacó del árbol del duende Parrot, luego recogió más o menos 10 colores que eran los que necesitaría para concursar.
Nadie pensaría que Bess concursaría, por eso todos la miraban con cara de pájaros de Lily. Bueno todas entregaron sus trabajos menos Bess pero el hada Mary que era la encargada de este concurso le dejó las cosas bien claras; que Bess no servía para nada más que para reparar cocinas y no iba a aceptar que le faltara el respeto con unos dibujos horribles.
Bess no votó ni una lágrima solo en sus ojos había orgullo y dignidad, porque sabía que su dibujo era una obra maestra. El hada Mary se dio cuenta que las palabras que ella había dicho a Bess le llegaron como pasa un soplo del viento. Y a ella no le interesaba seguir escuchando los sermones de Mary, porque estaba seguro que su dibujo no era el más hermoso del hueco del duendecillo, pero lo había hecho con mucha paciencia y dedicación.
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